El Terreno
Nuestra tierra es en parte bosque de brezo autóctono y en parte terrazas agrícolas. Los bancales son una oda a la naturaleza y a su espíritu resistente. Después de haber sido abandonados y dejados sin cultivar, han vuelto a crecer en un revoltijo de helechos, zarzas, laureles y cañas, así como muchos otros tipos de arbustos y árboles. Los ecosistemas de la tierra se están regenerando y está llena de pájaros, incluidos búhos y muchas abejas. Está lleno de vida.
Tenemos un huerto de 3.000 m2 con abundantes árboles frutales. Estamos planeando convertir este huerto tradicional en un bosque alimentario mediante técnicas agroforestales.
Somos los guardianes de este hábitat, nuestro trabajo es permitir y ayudar a la flora y la fauna a florecer y prosperar.
Estamos diseñando y cultivando un bosque alimentario que imita a la naturaleza, en su mayor parte perenne, para mostrar cómo podemos sanar y regenerar las tierras de cultivo mediante un proceso de restauración transformadora y, al mismo tiempo, cultivar abundantes cosechas para alimentarnos.
Los bosques alimentarios imitan a la naturaleza utilizando sistemas de apilamiento con diferentes capas que maximizan la productividad de la tierra y crean ecosistemas diversos que proporcionan hábitat a insectos, aves y organismos del suelo.
Reducir la alteración del suelo practicando la siembra directa y aplicando un sistema de riego por aspersión.
Plantación asociada: Plantamos juntos cultivos compatibles para mejorar el ciclo de nutrientes y disuadir plagas y enfermedades.
Construcción del suelo: Uno de nuestros principales objetivos será la construcción de suelos sanos mediante la recreación de un ecosistema saludable para las plantas para prosperar y defenderse de las enfermedades y plagas.
Somos se alimentará al 100% de energías renovables.
Los paneles solares proporcionarán la energía para la mayor parte de nuestras necesidades.
Tendremos dos bicigeneradores como fuente de energía auxiliar. También funcionan como un gran recordatorio para apreciar el valor de tener electricidad. La gente puede ir en bici de 15 a 30 minutos para cargar su teléfono durante una hora o mantener encendida una bombilla de bajo consumo durante una semana.
Para calentar la casa y el agua también hemos diseñado un sistema solar pasivo.
El agua es un recurso increíblemente valioso y no desperdiciaremos ni una gota. Conservaremos el agua mediante cultivos eficientes adaptados al clima, cultivos de cobertura, acolchado, riego por aspersión y programación eficiente del riego.
Reciclaremos el agua de lluvia de los tejados de los edificios y del terreno. Tenemos instalado un sistema de aguas grises que recicla toda el agua de la casa, salvo las aguas negras, y la pasa por un filtro para reutilizarla en el riego de los árboles.
Otro aspecto muy importante de la gestión del agua es evitar que el suelo resulte dañado por la escorrentía de nutrientes provocada por las lluvias torrenciales.
Para ello, plantaremos barreras ribereñas que absorban el agua al borde de cada terraza.
Diluimos y reciclamos nuestra orina, llena de nutrientes beneficiosos para las plantas.